Anudado desde los rincones reservados para la alegría aprendida, para que no huya, derramado, el corazón.
Cubro su forma, guardando el contenido, tan real, tan puro, que sangra. Así, mullido, abrigado, por mis convicciones más profundas y menos prácticas.
11.6.10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario