17.4.12

Quédate dentro, vaga en silencio, dilata tu ausencia, asesta tu impronta, y alcanza, como quien colisiona, la profundidad de mi locura.

8.4.12

Dominio trágico


concilio ignorante


concluye en locura la coincidencia que asoma.



Mirar la explosión


detona


el dolor que el hueco de tu espectro asesta,


y deviene la lanza que imanta mi vientre


y me quedo sin ojos


y pierdo cordura,



sin amnistía para el paroxismo...


El otoño,
fiesta de carencia
defensa del estertor
esencia de un rumor líquido,
filtros,
ciclos vivos,
y el mudar de piel del lugar que habitamos.

Desnuda la estructura,
desflorada,
viento permanente
silente grito orgásmico poseerte.

Coordenada plástica
vespertino pigmento
inyecta su noche
en la búsqueda angosta que arrastra mi sexo perdiendo fluidos.

Caer laberíntico


goce de muerte


tamiz isobárico


cuadrando protones en mares del caos.

4.4.12

1.4.12

Parpadeo desde un incrédulo despertar, perpleja entre los sueños que me contaminan; vengo y vuelvo de la toxicidad con la palabra encendida.
Pendula el enfoque, revuelve temáticas, se mezclan agitadas, mecánica cuántica del inconsciente suplicio. Rezuma la lengua, hierve la sana conciencia, se jacta viciosa, repite su rito de bruja jocosa para acercarse al medio acuático, al lago quieto donde se ondea y desordena lo ordenado. Pero se convierte en despojos el tirante impulso, la constante sufre su existencia, gotea breve la respuesta, se yergue el territorio de un antes mermando coincidencias.
Hay un foso infranqueable que ahoga la posibilidad de transformar en lenguaje lo que espera atrapado, que se agacha creciendo, complejo entramado, sin núcleo preciso.