1.4.12

Parpadeo desde un incrédulo despertar, perpleja entre los sueños que me contaminan; vengo y vuelvo de la toxicidad con la palabra encendida.
Pendula el enfoque, revuelve temáticas, se mezclan agitadas, mecánica cuántica del inconsciente suplicio. Rezuma la lengua, hierve la sana conciencia, se jacta viciosa, repite su rito de bruja jocosa para acercarse al medio acuático, al lago quieto donde se ondea y desordena lo ordenado. Pero se convierte en despojos el tirante impulso, la constante sufre su existencia, gotea breve la respuesta, se yergue el territorio de un antes mermando coincidencias.
Hay un foso infranqueable que ahoga la posibilidad de transformar en lenguaje lo que espera atrapado, que se agacha creciendo, complejo entramado, sin núcleo preciso.

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